CONFERENCIA CENTRAL : El miércoles por la tarde, se llevó a cabo en el Espacio Cultural Universitario (ECU) un panel acerca de las políticas que vinculan a la Universidad con lo social, su implementación y la misión que debe cumplir este organismo para poder llevar adelante la misión de unir el conocimiento con la realidad. POR ARIANNA PICCIONI.
Para comenzar la jornada, y con una multitudinaria audiencia de varios países de Latinoamérica, tres estudiantes de la Escuela de Música de la Universidad Nacional de Rosario, sede del Congreso, interpretaron en viola, violín y piano un repertorio de canciones de música clásica argentina.
Los disertantes de la tarde, fueron el docente e investigador marplatense Néstor Cecchi, quien comenzó su exposición en torno al compromiso de la Universidad y planteó como premisa, una reforma impostergable de todo el sistema Universitario. El contexto y su importancia para mantener a los jóvenes dentro del sistema educativo, rondan siempre por las políticas de inclusión social que lleva adelante la extensión y sobre todo en el escenario donde se llevan adelante, más allá de lo puramente académico. Cecchi dejó en evidencia la necesidad de unir a la comunidad con la Academia para no achicar los horizontes, y sobre todo, democratizar los saberes. “Las jaulas nunca se abren desde adentro”, expresó con respecto a la importancia de la sociedad en cuando a esta reforma que tiene que venir a casi un siglo de la modificación sustancial de 1918. Esto conlleva un esfuerzo complejo, para “articular las funciones centrales de docencia, extensión e investigación” con el fortalecimiento de un contexto propicio para implementar los cambios necesarios. El sentido de una Universidad verdaderamente popular, es la pluralidad que acompaña a la diversidad y su riqueza, ya que “el conocimiento no es una mercancía. Es un bien social y un derecho”, concluyó.
Al respecto de esto, el segundo panelista en llevar adelante su exposición, fue Gustavo Menéndez, Secretario de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) quien tomó la palabra para introducir al debate la idea de la curricularización de la extensión. La centralidad de la Universidad en cuanto a la generación de contenidos, debe verse resignificada, esto es generar una articulación entre el conocimiento y la apropiación y transferencia del mismo. Este objetivo solo es posible por la extensión: “Los modelos son diversos según la Universidad y las unidades académicas. La época marca y condiciona las características. Las dictaduras y la situación especial de América Latina son ejemplo de esto”, dijo Menéndez. Esta polisemia permanente no es única, y los contenidos para definirla y analizarla, deben enfocarse al igual que planteaba Cecchi, como un derecho humano. Los contenidos y las dimensiones deben ser flexibles para llevarlo adelante. “Hay cuatro dimensiones posibles para poder responder acerca de los contenidos específicos de la extensión: institucional, referido a lo académico propiamente dicho; social, como la interacción y transformación del conocimiento; dialógica, por la comunicación entre ambos sectores de la sociedad y pedagógica por estas nuevas formas de enseñar”, punteó.
La construcción de conocimiento para hacerlo inclusivo, tiene que ver con este último punto. La sociedad debe ser más solidaria y llevar adelante “tres ejes de trabajo conjuntos que unan políticas públicas, extensión universitaria y sociedad”. Al final de su presentación, Menéndez invitó a la audiencia a pensar críticamente para poder transformar a la extensión en algo autónomo y generador de nuevas prácticas de integración curricular.
Para concluir con el panel, el encargado del cierre fue Eduardo Balán, miembro fundador y coordinador de la organización social “El Culebrón Timbal”, que lleva adelante desde hace 16 años y que cuenta actualmente un multimedio de acción barrial y articulación social en el conurbano bonaerense. Al comenzar a hablar, se dirigió hacia la audiencia y colaboradores de Extensión para resaltar la importancia de este tipo de eventos como son los Congresos. Sobre todo, felicitó a la militancia que lleva la iniciativa para poder hacerlos realidad en lugares tan especiales como lo es el Espacio Cultural Universitario. “Entrar acá es muy raro, la Universidad y el Banco de la Nación todo junto, son instituciones muy instituidas”, expresó mientras comentaba su sorpresa al ingresar al recinto y admirar la estructura maravillosa del lugar.
Al referirse de la organización de la cual es miembro, comentó su función con respecto a lo colectivo. La cultura que se genera ahí, es producto de los que la componen y que solo son apoyados por la asistencia barrial mediante políticas de inclusión que manifiestan sus necesidades. Hace unos años que el presupuesto participativo de localidades como San Martín o Morón, tiene una gran relevancia de hasta el 7% del total establecido por el municipio.
“Cuando se dice ONG, pensamos en una Organización No Gubernamental, es decir que no tiene un Gobierno. Pero en realidad las políticas dentro de ellas, se autogestionan y se llevan adelante por sí mismos”, dijo con respecto a la función social de los actores que intervienen en las organizaciones como Culebrón. Además, dejó en claro que debe existir un cambio de paradigma a nivel social, ya que “extensión, cultura y arte, ponen en crisis lo que gestiona la universidad y que no tiene relación social”. Estos tres elementos, tiene la función natural de producir y conmover, de generar conocimiento y al mismo tiempo de hacerlo agrupados. Es por este motivo que Balán considera fundamental para el desenvolvimiento de la educación popular, un crecimiento en el Ministerio de Desarrollo y no solo en el de Educación, ya que la precarización influye sobre la inclusión social de la universidad, y este aspecto excede lo académico. Por último, y a modo de conclusión, planteó la necesidad de “pensar a la universidad para una ingeniería de conocimiento social, en conjunto con otras instituciones”. La democracia debe ser participativa, más allá de lo puramente formal. Y una forma de hacerlo es elaborar políticas públicas colaborativas que cambien el paradigma de producción de conocimiento, tal cual considera Balán, necesita la sociedad actualmente.
En una entrevista, posterior a la conferencia dada, Eduardo Balán planteó la importancia de la extensión universitaria como un síntoma para redefinir el vínculo Universidad – Sociedad en la producción de conocimiento. “Hay grupos de estudiantes explorando el tema de de quién tienen que aprender qué, cuánto enseñan y en realidad cuánto aprenden en esa realidad”, expresó al respecto.
Además, dejó en claro la necesidad de abrir al debate la cuestión planteada durante el panel con relación a la construcción de una nueva ingeniería del conocimiento y al abordar de otra forma el saber: “Nadie mejor que los jóvenes y los docentes para empezar a transitarlo”, concluyó.