ENTREVISTA AL ARQUITECTO DANIEL VIU: En una charla con el área de Comunicación de la Secretaría de Extensión Universitaria (SEU) el responsable del proyecto de extensión “Taller del Obrar: Invernadero en Bambu” nos cuenta el desarrollo que fue teniendo la propuesta . El trabajo extensionista pensado desde la Facultad de Arquitectura Planeamiento y Diseño (FAPyD) de la UNR.
-¿Cómo se fueron cristalizando los objetivos plasmados en el proyecto?
-El proyecto de construir en Bambu, es un trabajo colaborativo entre docentes y estudiantes, no un ejercicio práctico sino un espacio útil para una comunidad, viene siendo una preocupación que se nutre desde hace muchos años de distintas canteras. Tiene que ver con asumir la responsabilidad social universitaria en un contexto de acceso libre y gratuito de los estudiantes, tiene que ver con generar la posibilidad de llegar a construir en escala real suspendiendo el mundo de la virtualidad para construir conocimientos desde el cuerpo como lugar de la experiencia, y tiene que ver con explorar el amplio espectro de los eco-materiales para producir espacios arquitectónicos de calidad. Para que esta modalidad educativa pudiera concretarse, han sido de una ayuda muy importante los programas de financiación tanto desde la Universidad Nacional de Rosario a través de los llamados anuales a Proyectos de Extensión como de los Programas de Voluntariado Universitario del Ministerio de Educación de la Nación.
-¿Qué repercusiones tuvieron del entorno socio-comunitario con respecto al mismo?
-En año 2015 la Cátedra de Ecología empezará a utilizar el aula-invernáculo tanto por estudiantes de grado de la Facultad de Ciencias Agrarias como por alumnos de la Escuela Primaria nº 6371 que está a 100 m, dentro del Parque Villarino. No sabemos aún qué repercusiones lograremos ya que acabamos de terminar la obra, en momentos en que los futuros usuarios están terminando el año académico y no van a concurrir hasta marzo de 2015. Pero hemos recibido una intensa repercusión positiva institucional tanto en el ámbito de los estudiantes y docentes de la FAPyD como en el ámbito profesional a través de los colegas del Colegio de Arquitectos, ya que es el primer proyecto realizado en bambú en la región, y por estudiantes de nuestra Facultad. En momentos en las palabras ecología y sustentabilidad son moneda corriente, es un logro muy importante no sólo investigar y reflexionar sobre materiales ecológicos y tecnologías sustentables, sino proyectar y construir con dichos materiales un espacio de calidad con amplias posibilidades de uso.
-En el transcurso del mismo ¿Surgieron nuevos planteos con respecto al proyecto?
-Surgieron varios cambios respecto del proyecto original durante la construcción. Se realizó una primera etapa durante el 2 do semestre del año 2013 en la que se hizo el proyecto, los planos, la maqueta y la ejecución de la estructura perimetral (parte en Bambú, y parte con palets reciclados). Atendiendo al cronograma académico los trabajos debieron ser interrumpidos por seis meses aproximadamente. Luego de varias tormentas muy violentas, se detectó la necesidad de reforzar esa estructura y la solución prevista para la cubierta del techo. Es así que en la 2 da. etapa durante el 2 do semestre del año 2014 se reproyectó la estructura del techo con piezas pequeñas que permitieron el completamiento y el cierre del espacio con polietileno. Estas piezas pequeñas permitirán además la reposición por partes en caso de rotura del polietileno por tormentas y granizo.
-¿Cuál es la importancia a nivel social que tiene el proyecto?
-La Cátedra de Ecología no tenía un espacio cubierto para desarrollar sus actividades, lo cual limitaba en extremo las posibilidades de enseñanza. El nuevo invernáculo-aula tiene un tamaño muy generoso y confortable. El hecho de estar realizado con cañas de Bambú, extraídas en parte del propio parque, pone en valor nuevas posibilidades materiales y tecnológicas de bajísimo impacto ambiental y de muy baja difusión en nuestro medio, constituyendo una espacialidad material coherente con los conocimientos que allí se desarrollarán.
-¿Cómo fue el involucramiento de los estudiantes en el proyecto y las actividades que surgen del mismo?
-Un aspecto de gran importancia tiene que ver con la modalidad de construcción de conocimientos que desarrollamos en la asignatura optativa Taller Sur Obrar en Bambú, que estuvo a cargo de la gestión, el proyecto y la construcción del invernáculo. Es un espacio académico en el que los estudiantes de arquitectura pasan por todas las etapas propias de nuestro oficio, llegando a construir con sus propias manos un espacio que se va habitando a medida que se construye. Es un espacio académico colaborativo en el que se no sólo se utiliza la mente, sino que la experiencia atraviesa el cuerpo. Esto produce desde un punto de vista social la conciencia, en el grupo de estudiantes, de las posibilidades de canalizar las energías para la transformación de la realidad a través de la acción, y fundamentalmente, del compromiso con la sociedad que hace posible una educación universitaria gratuita.
El Equipo Docente del Proyecto está integrado por:
Responsable: Arq. César Altuzarra. Coordinador Académico: Arq. Daniel Viu
Especialista en construcciones con Bambú: Arq. Horacio Saleme (UNT)
Docentes: Arqs. C. Altuzarra, D. Viu y Alejandra Buzaglo
Auxiliar: Victoria Figueroa.
Adscriptos: Franco Giuliano, Martín Moreno, Manuel Giró, Juan Martín Jiménez
Estudiantes: Federico Vázquez, Carolina Moscón, Facundo Villegas.