La Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y la Unión Latinoamericana de Extensión Universitaria (ULEU), a través de su oficina Sur llevaron a cabo el 1º Encuentro de Sistematizaciones de Experiencias de Extensión en la UNR. Humberto Tommasino, en su rol de Coordinador de Formación de ULEU estuvo presente iniciando este nuevo espacio que se centra en “la importancia de revisar el trabajo en territorio a través de sistematizaciones de experiencias con reflexión crítica”.
El doctor Humberto Tommasino, ex ProRector de Extensión de la Universidad de la República de Uruguay (UDELAR) brindó un taller en el cual se puso el eje en “revisar las experiencias” para “repensarlas y aprender de ellas”.
La importancia de que tanto la universidad como los distintos proyectos y propuestas de extensión lleven a cabo sistematizaciones de experiencias radica en que “puedan revisar sus prácticas y extraer los aprendizajes en las intervenciones concretas en el territorio” expresó Tommasino. “Es la posibilidad de que los equipos que trabajen en territorio junto a las organizaciones sociales puedan volver a ver lo que han hecho, revisar la historia de los procesos y repensarlos hacia adelante aprendiendo de las cuestiones que se puedan modificar” dijo el coordinador de formación de ULEU. Hay autores que hablan de “lecciones aprendidas”, esto de ver qué cosas se hicieron bien y que otras no y de esta manera cómo se pueden volver a pensarlas.
Para Tommasino hay que tener en cuenta en todo análisis de sistematización “una reflexión crítica dialógica en donde se genere la construcción de saberes con otro”. Por tal motivo indicó que hay que interrogarse por quien es el otro, que rol tiene, con quien trabajar para reflexionar sobre la práctica.
Del taller se extrajo que la palabra sistematización en determinadas disciplinas se refiere, principalmente, a clasificar, catalogar, ordenar datos e informaciones, a “ponerlos en sistema”. Ese es el sentido más común, más utilizado y totalmente válido de la noción o del concepto: sistematizar datos o informaciones, expresó y continuó que “desde la educación popular y los proyectos sociales, utilizamos el mismo término, pero lo aplicamos no sólo a datos e informaciones, sino a experiencias; por eso no hablamos sólo de “sistematización”, a secas, sino de “sistematización de experiencias”.
En este espacio de formación Tommasino trajo a colación algunas definiciones de este proceso desde la voz de otros autores como por ejemplo de Oscar Jara, quien próximamente en el mes de Septiembre será el encargado de continuar con estos espacios generados conjuntamente por la SEU-UNR y ULEU. El Educador Popular y Sociólogo peruano-costarricense define a las experiencias como “procesos socio-históricos dinámicos y complejos, individuales y colectivos que son vividas por personas concretas. No son simplemente hechos o acontecimientos puntuales, ni meramente datos. Las experiencias, son esencialmente procesos vitales que están en permanente movimiento y combinan un conjunto de dimensiones objetivas y subjetivas de la realidad histórico-social”.
Según lo expuesto en el taller la experiencia de sistematización permite trascender la inmediatez de la cotidianeidad, pudiendo dimensionar elementos constitutivos de las prácticas, hacerlos explícitos y analizarlos en función de nuevas perspectivas.
O como lo apunta el Dr. Alfredo Ghiso, “un esfuerzo consciente de capturar los significados de la acción y sus efectos; como lecturas organizadas de las experiencias, como teorización y cuestionamiento contextualizado de la praxis social, para poder comunicar el conocimiento producido. En resumen, si bien la sistematización no es un concepto unívoco, aparece como un tipo de tarea reflexiva, que todos podíamos hacer y que al recuperar organizadamente la práctica permitía volver a intervenir en ella y en la realidad con mayor eficacia y eficiencia”.
Luego de esta introducción teórica el auditorio, compuesto por unas setenta personas entre ellos estudiantes, docentes, graduados e integrantes de organizaciones sociales se dividieron en cuatro grupos para comenzar una dinámica de trabajo en la cual elaboraron debates sobre disparadores que fomentaran el pensamiento de sistematizaciones, tales como: que experiencias son sistematizables y para esto, como delimitar el objeto, el territorio, el tiempo y los participantes; la definición de los objetivos y utilidades así como no menos importante la determinación de un eje de acción, un hilo conductor que atraviesa la experiencia.
Este espacio fue el primer paso que la SEU-UNR intenta dar en procura de generar publicaciones de sistematizaciones de experiencias de extensión junto a quienes trabajan en el territorio contextual de la universidad.